jueves, 24 de noviembre de 2011

18) RELATO: LA QUEJA

Nos pasamos la vida quejándonos, si, las mujeres también. Además nosotras tenemos la tendencia a que en nuestras reuniones la queja casi siempre vaya dirigida hacia los hombres y si estamos solas, a la ausencia de ellos en nuestra vida.

Creo que ya va siendo hora, que tanto hombres y mujeres dejemos de poner la culpa y la responsabilidad en el otro y ponerla en nosotros mismos. Ya está bien de querer cambiar al otro, de quejarnos del otro, de que sea el otro el que nunca llena nuestras necesidades, de que sea el otro el que nunca hace las cosas bien.

Ya va siendo hora de que nos miremos hacia dentro que ya somos mayores, aunque sea mucho más dificil y a veces doloroso hacerlo e intentar poner la atención en qué parte de responsabilidad tengo yo para que esto no funcione, o qué puedo hacer yo para que esto cambie.
Muchas veces se nos va la fuerza por la boca...así que también va siendo hora que nos fijemos como desvalorizamos al otro, como lo humillamos y hacemos juicios de valor...
No créis que deberíamos tener más cuidado con nuestras palabras?

Por qué en lugar de dejarnos la energía y la vida en querer cambiar lo de fuera no cambiamos la FORMA de verlas?.
Tan solo abre los ojos, responsabilízate, deja tu espacio seguro, tu zona de comodidad. Si, ya se que cuesta, que el miedo a lo que pueda pasar, al cambio, a veces aterra.

Pero recuerda, CRISIS no es solo conflicto. CRISIS significa oportunidad y cambio.
Así que si te da miedo cambiar algo de ti…no te pases la vida echándole la culpa al otro…
Sal de la queja y HAZ ALGO!


Os dejo con este relato, una pequeña visión de cómo somos a veces...o siempre...
Eso si...todo escrito desde una gran sonrisa.

                                     LA QUEJA



Marta, Eva y Alicia se reunían cada martes para "bridgear", termino que habían decidido poner a sus citas de mujeres después de haber leído todas "El diario de Bridget Jones".
Como siempre fumaban como carreteras y hablaban de su tema preferido: Los hombres.
La verdad es que no era el predilecto, es que no sabían hablar de otra cosa.
- Estoy hasta las narices- empezaba Marta-  después de dos años no hay manera de avanzar en la relación con Oscar, es horrible, me paso el tiempo torturándome mentalmente, es esto un viaje a ninguna parte?, crónica de una muerte anunciada?. Si supe desde el primer día que esto tenía fecha de caducidad por qué no lo mando a paseo de una vez?.
- Porque estás enamorada - sentenció Eva
- Enamorada? - continuó Alicia- estás enganchada pero de una forma insana. Siempre quejándote de que si vive con los padres a sus cuarenta y un años, que va a su bola porque es un gran egoísta porque nunca ha compartido nada, que es el rey del escaqueo porque no tiene ni idea de lo que es el compromiso, que si es un adolescente crónico. Pero tú ahí, enganchada como una garrapata.
- Bueno, pues que va a hacer?- la defendió Eva- si el chico es soltero y todavía no ha encontrado a la mujer de su vida.
- Pero podría haber salido del cascarón no?
- O haber madurado un poquito rompiendo el cordón umbilical no?
- O probar de una puñetera vez con alguien como hace todo el mundo, no?.
- Aunque fracases, aunque te arrepientas, pero vas quemando etapas y así avanzas, y te comprometes con la vida.
- Pero es que tampoco me quiere como yo quiero que me quiera-se quejaba Marta- aunque él diga que si.
- Pero eso no significa que no te quiera, no siempre nos pueden querer a nuestra voluntad.
- Pero se olvida de mis necesidades. Solo piensa en las suyas.
- Claro, no ha hecho otra cosa en toda su vida de solterón enganchado a la falda de mamá.
- Pero es que hay algún hombre que sepa que nosotras, las mujeres, tenemos necesidades?- preguntó Alicia
- No creo.
- No conozco a ninguno.
- Mira el mío-dijo Eva tristona- diez años y dos hijos en común y creo que todavía se pierde cada vez que busca mi clítoris.
Todas rieron.
- Mujer...,es que todavía no se ha enterado que el clítoris no es un virus
- Pero tú podrías enseñarle el camino, vaya que tampoco es tan difícil. Los hombres no son adivinos.
- Es que ya me ha cansado de ser su educadora sexual y que no aprenda nunca la lección, vaya, que no se entera.
- Que no le importa. Yo no se como lo aguantas y encima tú, venga a parir niños, creyendo que los hijos van a llenar todos tus vacíos.
- Y si encima fuera solo un desastre en el sexo..., pero es que es un desastre general, yo ya no se como explicarle las cosas más simples. Él se dedica a su oficina, su fútbol y su bici. Yo de mi oficina, de los niños y de la casa y si algún día se digna a acompañarme al súper, me lo echa en cara toda una semana
- Por lo menos Oscar folla de maravilla- susurró Marta
- Joder!, solo faltaría!, es lo único que ha hecho en toda su vida, si práctica no le falta, éste te localiza el clítoris solo con la mente.
- Y es que pegamos unos polvos..., de horas...
- Seguro que se toma viagra a escondidas, a su edad tampoco es normal...
- Eso es lo que te tiene enganchada, el sexo. Le quitas eso y desaparece todo su encanto.
- No te creas, hace dos días le dejé
- Si?????
-Ohhhh!
- Y eso?, que pasó esa milésima vez?
- Le dije que estaba harta de que me tratara como una marioneta, harta de sus mentiras, de que nuestro punto de encuentro solo fuera una barra de bar y una cama, que necesitaba otra cosa, una relación más real, con objetivos comunes...
-Pues como no los fabriquéis...
- Y cómo ha reaccionado él?
- Bueno, está tranquilo, piensa que es un ataque más que se me pasará Como siempre vuelvo... Pero esta vez es la definitiva, os lo juro, estoy empezando a trabajar la separación, vamos, como dicen los libros de auto-ayuda, a hacer el duelo. No contesto sus mensajes ni sus llamadas.
-Pues yo también estoy pensando en un cambio de actitud- explicó Eva-para ver si el zopenco de Pepe se entera de algo. Para empezar le he dicho que hoy llegaré tarde, que bañe a los niños, les de la cena y los acueste.
- Y que te ha dicho?
- Que ni lo sueñe
- Solo oíros me da grima- dijo Alicia- por suerte a mi no me pasa nada de eso.
-Claro, estás más sola que la una...
- Paso de los hombres!,  todo lo que veo por ahí es patético, yo necesito a un hombre de mi altura, paso de esos egos machistas que me encuentro cada vez que salgo. Se que en algún lado está escondido el hombre que necesito.
- Pero si tu podrías ligarte a cualquiera!,mas quisiera yo tener tu tipazo
- Pues ni por esas, no encuentro ni a un solo hombre con la cabeza un poco amueblada y paso de tener a un mamotreto de dos al cuarto que me saque a cenar, que encima farde de mi y que me folle mal.
- Pues te quedarás sola el resto de tu vida, y se te va a pasar el arroz- afirmó Eva
-Pues eso, que quizá ese sea mi destino....Tampoco se está tan mal sola… Mientras tanto he encontrado la solución....
- Si?. Pues debe ser el descubrimiento del siglo.
-Me he comprado un vibrador que funciona de maravilla y os aseguro que teniéndolo como compañero de cuarto no necesito un pene de carne y hueso. No se cansa, no me engaña, no ronca, no se tira pedos, no me cuestiona, no me humilla ni me maltrata. Es...., una delicia. Oye Eva, por qué no te compras uno?.
-Pues no seria mala idea, aunque yo me muero de vergüenza, quizá me prestas el tuyo y si me funciona me compras uno igual. Es que yo soy muy cortada para ir a un Sex-Shop.
-Pues como se entere tu Pepe....
- Pues si él no me llena mis necesidades, que lo haga el vibrador!!!!.Y si se entera y se enfada, peor para él.
- Tomamos algo mas?
-  Uy! yo me voy corriendo- dijo Eva- tengo que bañar a los niños y acostarlos antes de que llegue Pepe y hacerle la cena que si no se me enfada
- Yo no se- dijo Marta- espera... tengo un mensaje- es Oscar, vendrá a buscarme dentro de 30 para invitarme a cenar, yo también me voy corriendo a casa para ponerme divina de la muerte..
- Y tu Alicia?
- Pues yo he quedado con un musculitos de veinticinco años con un pene enorme que quita el hipo.


lunes, 21 de noviembre de 2011

17) POESÍA: LA VIDA TE PLANTÓ CARA



La poesía es una forma de vivir la vida, de verla desde otro ángulo y plasmarla en un papel.
Yo escribo poesías desde los 7 años, la primera que escribí la hice inspirada en un payasito que me tenía embobada y al que admiraba mucho.
Recuerdo que me preguntaba “qué hacen los payasos cuando están tristes?”
Todavía las guardo y ahora, después de medio siglo de vida, las leo y veo que en ellas plasmaba todo lo que veía y creía del mundo.
Todo mi caos de la adolescencia, el dolor de la incomprensión de algunas personas, mi primer desengaño amoroso, y el segundo y el tercero. Con que rapidez cambiaba de amor y con cuanto dolor recogía su rechazo.
Por eso la poesía es además uno de los mecanismos de defensa más positivos que el ser humano tiene, la SUBLIMACIÓN. Proyectar en el exterior lo que llevamos dentro. Por supuesto también lo hacemos cuando escribimos un diario, una carta, una pieza de música, tocamos un instrumento o pintamos un cuadro. En definitiva es crear fuera, darle forma a eso que nos toca por dentro. Sacándolo hacia fuera limpiamos, hacemos catarsis, avanzamos, crecemos y la mayoría de las veces nos sentimos aliviados.
Así que desde aquí te animo a que plasmes donde quieras, papel, lienzo, instrumento, todo aquello que llevas por dentro. No dejes que la rabia, el dolor o la tristeza se enquisten en tu interior, sácalos. Y si lo haces Sublimando, mejor que mejor.
Aquí os dejo con esta poesía.


                       LA VIDA TE PLANTÓ CARA

                La vida te plantó cara y te dijo: espera,
                no andes tan deprisa sin mirar el camino,
                sin mirar las piedras que hieren tus huellas,
                sin mirar las estrellas que ocultan sus rayos,
                sin mirar las gotas que se llevan tus males.

                La vida te plantó cara y te rompió por dentro,
                te rasgó el corazón y te dijo: sangra,
                no cierres tus heridas en vano,
                no huyas del sufrimiento para esconderte,
                no dejes en ello todas tus sonrisas,
                tus lamentaciones.

                La vida te plantó cara y te empujó al vacío,
                te vapuleó por dentro y te descolocó el alma,
                y te dijo: date cuenta,
                porque solo transitando el momento,
                saldrás adelante con el pasado limpio,
                con tu esencia salpicándote de la nada.

                La vida te plantó cara y la miraste de lleno,
                le hiciste frente mirándola descarada,
                abrazaste al dolor como si fuera tu amigo,
                hiciste un aprendizaje hermoso

                de tu desgracia.

                Y ahora la miras tú a ella sin prisa,
                para darle las gracias de todo lo expresado,
                vivido y transitado desde la autenticidad,
                la paciencia, la generosidad pausada.
                La vida te plantó cara y tú la cogiste de la mano
                para dejarte llevar confiada.
               Ya no temes sus caminos,
                ya no temes sus heridas,
                ya no temes sus lágrimas.




viernes, 4 de noviembre de 2011

15) CONFERENCIA: TODO ES POSIBLE. PSICOLOGÍA DEL CORAZÓN.

Tal y como os había prometido aquí está la Conferencia que hace 6 meses di en la Universidad de Psicología de Almería, titulada:

   TODO ES POSIBLE. PSICOLOGÍA DEL CORAZÓN.


La conferencia fue larga e intensa, por ese motivo está cortada en cinco partes para que podáis escucharla a ratos sabiendo donde os habéis quedado.
No es una conferencia solo para Psicólogos, para que desde nuestro lugar profesional podamos tratar al paciente desde el lado más humano y diferente a lo que nos enseñan en la Universidad, desde la autenticidad del corazón, es para cualquiera que quiera escuchar como contactar con esa parte tan esencial de nosotros mismos y darse cuenta de lo que se puede hacer cuando llega a tu vida un tsunami emocional. Ese que a veces nos arrastra dejándonos en la mas absoluta de las miserías. Ese pozo negro del que creemos que nunca vamos a salir.
Se puede, claro que se puede!. El ser humano tiene los instrumentos necesarios en su interior para superar cualquier tsunami emocional que venga a su vida, por muy devastador que sea.
El problema es que muchas veces ignoramos que los tenemos y que no sabemos como utilizarlos.
Así que en esta conferencia explico, siempre desde mi experiencia y lugar, lo que podemos hacer para superar esa situación que nos hunde. Verás cuales son esos instrumentos, sencillos, que se pueden usar para sacar la cabeza de ese agujero que tanto miedo nos da.
Espero que os sea ameno y como siempre os animo a que participeis con vuestros comentarios. 
Recordemos que este blog es para que crezcamos todos juntos y seguro que vuestras aportaciones nos hacen crecer a todos.




                                1ª PARTE





                                    
                                 2ª PARTE






                                            3ª PARTE






                            4ª PARTE






                                  5ª PARTE





Desde aquí doy de nuevo las gracias a mi amiga Espe que ha hecho este magnifico trabajo de video. También se que lo hace con todo su corazón.
GRACIAS Espe y gracias a tod@s vosotros por las muestras de cariño y apoyo que estoy recibiendo.
Y por supuesto gracias a la Universidad de Almeria que me ha dado la oportunidad de mostrarme y expresarme y que me ha acogido con tanta generosidad.

martes, 1 de noviembre de 2011

14) ESCUCHA TU INTERIOR

ESCUCHA TU INTERIOR




Muchos de mis pacientes acuden a la consulta esperando encontrar allí la llave que abra su interior porque se sienten perdidos. Algunos lo han intentado ya a su manera, avanzando lentamente o fracasando, otros ni siquiera saben cómo hacerlo, por dónde o cómo empezar. 
Todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos sentido desolados, hundidos, derrotados, perdidos; es, en esos momentos cuando casi siempre solemos decir una frase conocida y gastada: “He de encontrarme a mi mismo”.
El ser humano posee de forma natural los instrumentos necesarios para crecer y madurar, recuerda que nadie pasa contigo más horas, te conoce más y puede ayudarte mejor, que tú mismo. Pero, ¿qué instrumentos son esos?, ¿cómo se utilizan?, ¿cuándo deben utilizarse?. Sería fantástico que a los niños pequeños en las escuelas les enseñaran a crecer utilizando ya esa fuerza interior que todos poseemos, que les enseñaran a relajarse, a vivir desde el equilibrio, a amar. Pero por desgracia, todos sabemos que esa utopía está lejos de conseguirse. Vivimos en una sociedad donde sobrevivimos más que vivimos, donde nos enseñan que hay que ser el mejor, con el coche mejor, la casa mejor y el cuerpo diez. Luego nos miramos al espejo y vemos que nuestro cuerpo a veces no pasa del aprobado y que la nómina no nos da para tener todo eso que deberíamos tener para, según nos sugieren, ser más felices.
Vivimos de cara hacia fuera en lugar de vivir de cara hacia dentro, vivimos buscando en nuestro entorno cosas que llenen nuestros vacíos, nuestras carencias, olvidándonos que sólo en nuestro interior está la fórmula mágica que nos puede hacer sentir verdaderamente bien, que sólo escuchándonos, conociéndonos, aceptándonos empezaremos el camino hacia nosotros mismos.


TOMANDO CONCIENCIA DE UNO MISMO

De repente algo ocurre en nuestra vida que nos hace reflexionar sobre la necesidad de efectuar un cambio fundamental. Cualquier cosa puede desatar en nuestro interior esa necesidad de cambiar cosas, esa necesidad de encontrar algo que todavía no hemos encontrado, en resumidas cuentas, de estar mejor. Y la mayoría de esas veces nos limitamos a cambiar cosas de nuestro entorno, nos apuntamos a un gimnasio, decidimos hacer la dieta definitiva, hacer más vida social, cambiar los muebles del comedor, pintar las paredes de rosa, dejar esa relación que no nos llena.
Quizá nos encontremos al final con un nuevo “look”, y con unos kilos de menos, pero reconocemos que el esfuerzo a veces no ha valido la pena porque algo nos sigue faltando, porque en resumidas cuentas, seguimos sin ser felices. ¿Qué hacemos?. Sencillamente, nos olvidamos de algo esencial para encontrar ese equilibrio que necesitamos, nos hemos olvidado de nuestro interior, de nada sirve mejorar el entorno y el cuerpo si nos olvidamos de lo que verdaderamente importa, que es sentirnos bien dentro de nuestra propia piel.
Llegados a este punto, tenemos dos opciones, una es seguir avanzando, creciendo, dándonos cuenta que la solución está en quitarnos esa máscara que a veces nos caracteriza y escarbar en nuestro interior, aunque reconozcamos el miedo que nos da eso, y otra quedarnos sin hacer absolutamente nada porque “somos así” y “porque no está en nuestras manos hacer nada”. Nos quedamos paralizados, dejando que pasen los días, los meses, los años, inundándonos de una desazón que nos desestabiliza.  Llenando el vacío de nuevo con cosas externas, engañándonos, sintiéndonos, incluso, cada día peor. Nos enfadamos, eso si, con nosotros mismos, con el mundo, con la vida que nos trata mal, pero no vamos más allá de ese enfado, de esa continua queja. ¿De qué nos sirve eso?. De nada, estamos desperdiciando el tiempo, nos negamos a ver la vida de una manera nueva y diferente, nos olvidamos de nuevo, de algo esencial, de nuestro interior, pensando que como “somos así”, ya nada puede hacerse.

LA VOLUNTAD DE  CAMBIAR

Todos podemos cambiar, el ser humano no es perfecto, pero sí perfectible. Y el primer paso para el cambio es deshacernos de esa etiqueta negativa en la que nos escondemos para quedarnos estancados. Todos queremos que nuestra vida cambie, que nuestra situación mejore, pero no queremos tener que cambiar. Más bien querríamos que cambiaran los demás. Aunque nos parezca que ellos son la causa de todo lo malo que nos ocurre en la vida, no debemos culparles, pues seguro que la infelicidad la hemos provocado nosotros. Pero para avanzar lo primero a tener en cuenta es que todos somos totalmente responsables de nuestras experiencias positivas y negativas. Solo nosotros podemos cambiar nuestra vida. Para que esto suceda, debemos cambiar nosotros interiormente, sólo así se producirán los cambios externos. Si encontramos el equilibrio interior, si nos mostramos ante la vida serenos y tranquilos, será eso lo que proyectemos en nuestro entorno, si dejamos de castigarnos, de amargarnos la vida, de compadecernos y empezamos a querernos, a disfrutar de los momentos y a sentir alegría, será eso lo que reflejaremos en los demás. Sencillamente si estamos bien con nosotros mismos estaremos bien con el resto del mundo.
Así que el próximo paso es dedicarnos a aclarar cuáles son los problemas reales, cuales podemos solucionar, cuales aceptar y de donde provienen. Es el momento de disponernos a cambiar.
Cuando la necesidad de cambiar algo en nuestra vida aparezca debemos estar dispuestos  a que ese cambio se produzca. Desechar para siempre la frase “yo soy así, no puedo cambiar” y tomar conciencia de que allí donde no queremos cambiar, es, exactamente, donde más necesitamos cambiar. Para ello, para descubrir precisamente, qué es lo que debemos cambiar debemos despojarnos de nuestra armadura para mirar hacia dentro y ver qué hay.

APRENDER A CONOCERNOS

A la mayoría de mis pacientes les asusta el reto de conocerse a sí mismos, es una tarea ardua. Casi siempre les propongo que hagan una lista con sus características positivas y negativas, tanto físicas como psicológicas. Aunque parezca sencillo os aseguro que no lo es porque hay aspectos de nosotros mismos que nos disgustan y que nos cuesta reconocer. El cambio sólo será posible si, antes de exigirnos metas inalcanzables, dedicamos tiempo a escuchar qué dice nuestro propio yo. Dejar que se exprese nuestra verdadera personalidad es el primer paso hacia una transformación real y consciente.
Cuando miramos de verdad en nuestro interior encontramos aspectos que no nos gustan y otros que sí. Cuesta mucho reconocer y detectar  esas características negativas de nosotros mismos. Lo más complicado es ver cómo somos en realidad, sin exigencias ni opiniones, simplemente mirarnos.
Para confeccionar la lista debemos escucharnos honestamente. No importa  lo larga que sea, empecemos a conocernos verdaderamente. Cuando esté acabada, debemos mirar detenidamente esas palabras escritas, identificarnos  con ellas, así nos sentimos.
A continuación propongo un ejercicio para trabajar con esa lista:
“ Busca un lugar cómodo donde puedas relajarte, empieza a respirar profundamente dejando flojos todos los músculos de tu cuerpo, cuando notes que tu cuerpo está relajado visualiza una pizarra, la que tu mente elija, a continuación escribe en ella todas esas etiquetas y características negativas que tienes, que a menudo te bloquean y no te dejan crecer, obsérvalas durante un instante, bórralas. Tu pizarra ha quedado limpia. A continuación escribe en ella todas esas características positivas que tienes y que describen a la persona maravillosa que hay en tu interior. Deja que fluyan, incluso, más de las que escribiste anteriormente . Obsérvalas ahora detenidamente. Así eres .
Imagina ahora tu vida diaria, pero viéndote ahora tranquilo y relajado, mostrándote con tus familiares, amigos, jefes, compañeros de trabajo, pareja, como la persona maravillosa que eres en realidad. Lo negativo se ha ido y te ves libre para actuar sin bloqueos, sin paralizaciones, siendo tú mismo. Y fíjate lo orgulloso que te sientes descubriéndote a ti mismo”.

ACEPTARNOS COMO SOMOS

Ya hemos aprendido un poco a conocernos, somos conscientes de que hay en nosotros defectos que conocíamos y otros que estaban muy escondidos en nuestro interior, estamos aprendiendo a escucharnos, ahora ya sin miedos y tenemos que empezar a aceptarnos cómo somos, que adquiera congruencia todo nuestro Ser, que seamos Uno. Por supuesto no debemos olvidar que el ser humano no es perfecto, sinceramente seriamos muy aburridos, pero al descubrirnos nos aceptamos, y al aceptarnos hacemos conscientes esa parte oscura para poder cambiarla o mejorarla.
Y de repente nos daremos  cuenta que las respuestas que desconocíamos y que estaban dentro de nosotros empiezan a aflorar con facilidad a la conciencia. Posiblemente, casi imperceptiblemente, empezaremos a comportarnos de otra manera, habremos roto el patrón de conductas antiguo y ante las viejas situaciones nos comportaremos de forma diferente.
 Este es el caso de Cris, una de mis pacientes. Cuando vino a visitarme a la consulta estaba pasando por una depresión causada por el abandono reciente de su pareja. No podía entender cómo después de diez años de matrimonio, con una hija en común y una vida normal, la dejaban de la noche a la mañana. Sentía una gran tristeza, un gran dolor. Nada la hacía reaccionar, solo  le daba vueltas a una idea, “¿por qué la habían abandonado?.  No lo entendía, no encontraba un motivo lógico, ella había sido la mujer perfecta, la madre perfecta, si, tenía defectos, como todo el mundo, pero no podía entender la frase de su pareja cuando le dijo que “no la aguantaba más”.
El trabajo de Cris fue duro y lento, pero enriquecedor y muy bello.
Recuerdo sus lágrimas al descubrir que no había sido la persona que creía ser con su pareja, que había sido dictadora y déspota, arisca y vengativa en las ocasiones en las que él no hacía lo que ella quería porque se seguía comportando como la niña que en su interior era, caprichosa e inmadura, las humillaciones por las que le había hecho pasar, los días de no dirigirle apenas la palabra para castigarlo...
La tristeza se fue convirtiendo en rabia, pero no sólo hacia su marido por haberla abandonado sino hacia sí misma por no haberse dado cuenta de su comportamiento, por no identificar que su matrimonio era una pequeña jaula de barrotes dorados donde sólo ella tenía la llave.
El día que su marido escapó no lo pudo soportar y proyectó en él toda la culpa de su desgracia.
Cris empezó a conocerse primero, después a aceptarse y poco a poco dejó de ser una persona desconocida para ella, para empezar a comportarse de forma coherente y crecer.
Después de dos años, empezó una nueva relación en la que la tolerancia y la comunicación son imprescindibles, ha aprendido que ahora que se conoce a sí misma  y se acepta, puede amarse y amar verdaderamente a su pareja.  Ahora, desde la distancia y el crecimiento a menudo me comenta: “¿Cómo podía estar tan ciega?”.
Muchas veces actuamos y sentimos de una forma que no entendemos porque ni siquiera nos paramos a pensar por qué lo hacemos. Dejamos de lado esa parte oscura que no aceptamos, también nuestra propia intuición que a veces nos indica que estamos actuando mal, la ignoramos. Si estamos aprendiendo a escucharnos deberíamos  saber que la intuición también es una de las llaves para conocernos, que nos puede abrir la puerta a un mundo pleno y consciente.

ESCUCHAR NUESTRA INTUICION

Cris debería haber hecho además caso a su intuición que le indicaba que su matrimonio no funcionaba bien en lugar de pensar que la vida de pareja es así y caer en una depresión cuando ya era demasiado tarde.
Vemos, oímos, tocamos, pero también intuimos. El sexto sentido al que siempre hacemos referencia cuando no sabemos cómo hemos conseguido saber algo es la llave de la intuición, nos abre las puertas a una visión más amplia y profunda del mundo que nos rodea. No es magia, no es un poder paranormal. Es el poder de percibir la realidad más allá de la razón, que todos llevamos dentro.
Se trataría entonces de ejercitarla para que cada vez sea más espontánea y surja con mayor facilidad. La intuición es esencial para poder llegar a comprender nuestras necesidades y la manera de satisfacerlas, pero además resulta de ayuda para poder conectar con los demás y con nuestro propio interior, alcanzando así la plenitud de nuestro potencial humano, tanto a nivel individual como colectivo. Pero ¿cómo podemos desarrollar nuestra intuición?. Todos, absolutamente todos, podemos acceder a un estado mental intuitivo que nos enriquezca. Practicando algunos simples ejercicios nos daremos cuenta cómo avanzamos en el terreno intuitivo, al igual que un músico o un deportista ejercita, también nosotros podemos trabajar a diario en nuestro particular entrenamiento intuitivo:
-Meditación diaria. Diez minutos al día para mantener la mente en blanco y serenar el espíritu permiten abrir el corazón y ser más receptivos. La meditación aumenta el poder de percepción.
-Crear un espacio de paz. Buscar un rincón en nuestra casa en el que podamos rodearnos del sosiego necesarios para abrir el corazón y la mente a lo que escapa de la razón.
-Explorar en nuestro objetivo. La verdadera razón de ser de la intuición no es el poder personal, sino el servicio hacia los demás. No nos preguntemos qué haremos con la intuición. Debemos utilizarla invirtiendo paz y armonía en nuestro entorno, la mejor inversión para uno mismo.
-Probar nuestras capacidades. Cuando estemos en la calle o en una tienda, intentemos abrir nuestra percepción descubriendo quién cogerá antes el autobús en la parada, etc. Cuando no existe presión, las capacidades afloran con naturalidad.
-Aprender a relajarnos. El ruido, las prisas, el tráfico...no pueden ofrecernos el marco adecuado para trabajar en nosotros mismos. Debemos aprender a relajar nuestro cuerpo, para así poder relajar nuestra mente y encontrar en ella un mundo infinito de posibilidades.

APRENDAMOS A PARAR

Somos conscientes de que andamos deprisa, comemos deprisa, respiramos deprisa, en resumidas cuentas, vivimos deprisa, todo eso hace que nuestro interior esté continuamente en erupción, la lava va saliendo lentamente hasta que un día explotamos, a veces sin motivo aparente. Solemos achacarlo, como siempre, a la vida que llevamos, es cierto, vivimos en una sociedad de prisas, de dura competición y el estrés se va adueñando de nosotros casi sin poder evitarlo. Somos como una olla presión en la que vamos incorporando elementos cuando está a punto de explotar. Y a no ser que nos vayamos al Tibet y nos incorporemos a la comunidad pensamos que es imposible vivir de otra manera y somos conscientes que tampoco podemos cambiar todo nuestro entorno para vivir más relajadamente.
De nuevo volvemos a equivocarnos, los instrumentos necesarios para vivir en el mismo sitio donde vivimos pero sintiéndonos mejor, están dentro de nosotros.. Así que, ¿por qué no aprendemos a relajarnos?.
La relajación nos será de una gran ayuda para encontrar el equilibrio y la paz interior. Es la forma máxima para adentrarnos en nuestro Ser. Es donde podremos dominar nuestros impulsos negativos. Proporciona numerosas ventajas en la vida diaria y fortalece nuestras energías tanto físicas como mentales.
El tiempo que necesita cada persona para relajarse variará según sus circunstancias personales. No nos debe preocupar el tiempo que tardemos en aprender. Acabaremos comprobando que con unos pocos minutos tendremos suficiente para entrar en una buena Relajación.
Nuestra mente es como un ordenador donde vamos incorporando información, y la que introducimos habitualmente es precisamente la contraria a la que deberemos introducir mientras nos relajamos, llevamos mucho tiempo, seguramente toda la vida, sin controlar la mente, así que no debemos desanimarnos si tardamos algún tiempo en conseguirlo. Si tenemos voluntad y perseverancia recogeremos los frutos que deseamos.
Al principio, quizás, resulte pesado hacerlo, pero enseguida os daréis cuenta de los beneficios de la Relajación . Es necesario que elijamos un lugar tranquilo donde nadie pueda molestarnos, podemos hacerla en la cama, en el sofá, en una alfombra. Ninguna prenda de ropa debe oprimirnos, la temperatura debe ser agradable y si lo deseamos podemos poner una música muy suave.
Debemos acostumbrarnos antes de empezar cada Relajación a tener en la mente un propósito concreto, un hábito que deseemos cambiar, un objetivo a conseguir, o simplemente encontrar la paz y el equilibrio interior. El ejercicio de relajación del “lugar especial” es muy adecuado para empezar. Si se desea, se puede grabar en una cinta para practicarlo los primeros días.


FINAL DEL TRAYECTO

Hasta aquí hemos empezado el camino hacia nosotros mismos. El viaje, es un viaje, casi siempre, interminable, a veces duro, pero siempre gratificante, educativo, enriquecedor.
Nunca es tarde para emprender ese viaje, nunca es tarde para enseñar a los demás el punto de partida. De nosotros depende no salirnos del camino, recordando que todo cuanto necesitas está en nosotros.
No existen recetas ni sistemas rígidos que puedan llevarnos al encuentro con nosotros mismos. Si bien la psicología, la filosofía y las técnicas espirituales poseen múltiples técnicas con las que podemos acelerar la evolución de la conciencia, éstas no sustituyen el propio trabajo de maduración, que no acaba nunca: siempre hay un paso más que dar, un aspecto más del que nos hacemos responsables, un rincón de nuestra conciencia donde profundizar y crecer.
Hablar de maduración es hablar de aprendizaje, y aprendizaje es descubrir. La maduración personal levanta la barrera para llegar a nosotros mismos, enriqueciendo nuestra personalidad, liberando sus partes inhibidas, descubriendo los propios recursos personales y alcanzando cada día una mayor libertad.