sábado, 25 de agosto de 2012

45) VUELVO A CASA!!!!


Estoy en Atlanta, que diferente todo al aeropuerto de Quito, allí caos, alegría, tranquilidad, suciedad, ralentí…empanaos (como dice Espe).
Ya en la puerta de embarque de Quito viene una señorita y empieza a gritar mi nombre. “Araceli Gutierrez?” levanto la mano, como en el cole, se acerca con cara de pocas amigas. 
- Sigame!.
- Oíga- pregunto- pero que pasa?.
- Tenemos que revisar su equipaje señora…
La sigo, no vaya a ser que con el lío que hemos tenido con las maletas por exceso de equipaje se cabreen más, y ya hemos tenido bastante con ese numerito para despedirnos de Ecuador.
Así que la sigo, largos pasillos deshabitados…
-Entre- me dice.
Allí me esperan otras dos mujeres policías, una de ellas me mira fijamente, con esa cara de la poli mala que sale en las películas.
-         Desnúdese.
-         Perdón?.
Me saco la cazadora, creo que se está refiriendo a eso.
-         No, desnúdese toda, por favor- me dice con una sonrisa.
-         Oiga, no entiendo, si no me dice que pasa, no pienso desnudarme.
-         Estamos mirando detenidamente su equipaje por posible sospecha
-         Sospecha?- Me quedo muda.
-         Si señora…en esas circunstancias es necesario seguir el protocolo y registrarla a usted también. Así que cuanto antes se quite la ropa, antes podrá coger su vuelo.
Me la quito, a la mierda, total, siempre voy desnuda en la playa delante de doscientas personas…Así que más da?. Pero si da….porque no es lo mismo.
Mi parte japonesa tiene ganas de sacar la catana y cortarles a las tres polis la cabeza…no parece esto una película?. Pero mi parte madura la hace callar diciendo que estás en otro país, con otras normas, otra cultura y total porque te manoseen un rato no pasa nada. Me río yo sola y desdramatizo diciéndome “Anda Arita, con las ganas que tenías que alguien te metiera mano…pues ale, por pedir…” .
“Está limpia.”. Le dice una a la otra.
“Oh por dios, pensaban que no lo estaba?”. Pues si, estoy limpia.
Seguimos peregrinando, esta vez me llevan a un anglar donde varios perros están allí tumbados cansados de tanto trabajar y por par de polis negros como el carbón me están mirando fijamente con mi maleta gigante comprada en los chinos delante de ellos.
-Araceli Gutierrez?.
- Yo misma.
- Pasamos a registrar su equipaje. No toque nada. No diga nada. Solo cuando se le pregunte.
Me quedo paralizada pensando que esto no me puede pasar a mi. Aunque ya nos registraron a fondo a las tres de la madrugada los de antinarcoticos. Siempre pringábamos nosotras porque éramos las únicas gringas, como nos llamaban . Y encima abusando de las maletas, que a la pobre Espe le destrozaron con sus manazas el candado de su maleta nueva…En fin... en esas cosas andaba yo pensando mientras el chavalote de dos metros  (guapo, muy guapo) y con cara de pocos amigos sacaba una a una cada cosa que había en mi maleta.
-         Si va a este paso perderé el avión.
Me echa una mirada tan malvada y recriminatoria que me callo de golpe.
“Ari, cállate”, me digo.
Pieza una a una, interminable…coge la bolsa de la ropa sucia, y veo que empieza a sacar mis tangas, lo que me faltaba…y vuelvo a hablar.
-         Todo eso es ropa sucia.
Me vuelve a mirar pero deja la bolsa. Bien por mi dignidad!.
Toca dos paquetes duros y empieza a preguntar.
-         Que són?
Pregunta absurda porque va a abrirlos enseguida.
-         Un pajarito de madera, el pequeño,  la grande una garza, también de madera.
-         Donde los compró?
-         Uno en Montañitas y el otro en Libertad Bolivar. Son recuerdos.
-         Conocía usted a quien se los vendió?.
-         Pues no, era un indígena de los que hacen artesanía.
Le quita el papel de periódico, lo huele, lo mueve, le pega con una porra diminuta que tiene para ver si está hueco.
Y no me puedo quedar callada.
- Cree que hay algo dentro?. Porque por mi se lo pueden quedar…
Otra vez mirada inquisidora.
-         Es que si nos lo quedamos, usted se queda también. Ahora mismo lo sabremos, no se mueva, voy a escanearlo.
Trago saliva, ya me lo decía mi padre, “con lo bonita que estás callada Ari”
Se va, diciéndome a mi misma que cómo me iba a mover si me ha dejado allí pegado a un perrazo negro, a conjunto con él, que no me quita el ojo. Con lo que a mi me gustan los animales y soy incapaz de decirle alguna tontería de las mías.
Tarda horrores y se me vienen a la cabeza la tira de imagines de reportajes y pelis sobre estos temas.
“Te imaginas que te han metido algo en los bichos de madera?. Al fin y al cabo han tenido mi equipaje los del bus nada menos que 12 horas…Anda que como haya algo…”
Me empiezo a imaginar quedándome allí, sin ni siquiera poder despedirme de Espe que debe estar cagándose encima porque he desaparecido. Y porque tardo demasiado…Me tranquilizo…
El chaval de color de dos metros que en sus ratos libres debe de jugar en la NBA ecuatoriana, viene hacía mi con sus pupílas taladrándome.
-         Está bien. Todo es correcto. Sigamos con la maleta.
De nuevo saca uno a uno todo, absolutamente todo lo que llevo dentro. Al fin termina y vuelve a meterlo todo de mala manera, tirándolo a puñados…
Voy contando los segundos, la cierra, me mira y por fin….me sonríe!!!!
-         Perdone las molestias. Puede coger su vuelo.
Otra vez sigo a la mujer policía que me ha venido a buscar y me llevan directamente a la sala de embarque que está vacía, solo una Espe sentada más blanca del papel y con ojos vidriosos se levanta corriendo y viene hacia mi.
-   Tranquila, no ha pasado nada.
-   Me han dicho que subiera al avión pero les he dicho que sin ti no iba a ningún sitio.
Así se hace, esa es mi niña, esa es mi Espe!.
Las dos estamos blancas y calladas, nos sentamos, nos ponemos los cinturones, el avión se empieza a deslizar por la pista.
“Por favor, que despegue ya….”
Un , dos, tres, cuatro….por fin sube lentamente y se mantiene en el aire como por arte de magia. Suspiramos y las dos nos dormimos.
Porque además no quiero que ese último incidente me deje un mal sabor de boca...me llevo tanta luz de Ecuador, su gente, su generosidad, que aunque haya conocido con tanta intensidad también su sombra, me quedo, decididamente, con ese brillo de las almas que he conocido.
En cuatro horas y media estamos en Atlanta, donde estoy escribiendo tranquila y con una sudadera rosa fucsia chichón (más imposible) que pone ATLANTA en blanco.
Que limpio es todo aquí, cuanto orden, que amorosos los policías que me dicen que si quiero Internet debo pagar siete dólares, por hora, hasta eso me sabe a gloria. Suelos de moqueta, cuadros maravillosos en las paredes…
Diez horas en el aeropuerto de Atlanta para coger el último vuelo que me llevará a casa, al abrazo de los míos, a sus miradas, a sus preguntas, a sus te quieros constantes.
Es esa sensación que tengo siempre y que se repite constantemente cuando vuelvo de un duro viaje a una ONG. Estoy a punto de coger ese último avión que me separa de mi mundo, ese que he tenido olvidado durante un tiempo porque si los mezclara no podría caminar con ambos a la vez. Lo dejo anestesiado, aparco mis afectos, mis amores, mis necesidades materiales y emocionales. Solo así puedo entregarme a ese mundo nuevo que me abre sus brazos para acogerme en su totalidad. Ahora ese abrazo me deja libre para volver al de los míos y mi propio mundo me espera con la boca abierta y yo se que me lanzaré a él como una loca para besarlo largamente…
Vuelvo a casa!.

P.D.- Mi maleta se quedó en Quito...



                        

lunes, 20 de agosto de 2012

44) ECUADOR: UNA NUEVA AVENTURA DE VIVIR



UN MES EN LAGO AGRIO, PROVINCIA DE SUCUMBIOS, ECUADOR EN LA FEDERACIÓN DE MUJERES VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA.

UNA NUEVA AVENTURA DE VIVIR


AGRADECIMIENTOS

Quiero dar las gracias a todas las personas que forman parte de la Federación de Mujeres Víctimas de la Violencia de Lago Agrio, provincia de Sucumbios, Ecuador, por abrirme las puertas no solo de sus espacios físicos de trabajo, hogares y familias, si no de sus corazones y de sus almas tan brutalmente desgarradas.
Desde el primer día confiaron en mi y en mi forma de trabajar. No sabían quien era, que es lo que iba a hacer ni cómo lo iba a hacer, sin embargo, confiaron, se entregaron como lo que son, unas guerreras de la vida donde cada día han tenido que echar mano de su fuerza y de su coraje para sobrevivir en la jungla donde les ha tocado vivir.
Las admiro y les estaré eternamente agradecida por abrirse como lo han hecho ante terapias duras, fuertes y profundas y que además teníamos que acelerar porque un mes da muy poco de si y había mucho trabajo que hacer.
Jamás hubiera pensado que avanzaran tanto, que se entregaran de la forma en que lo han hecho, sin miedo, sin vergüenza, dejando al aire sus heridas tapadas con esparadrapo y dejar que yo las abriera de nuevo para sanarlas. Y  que sangraran a raudales a la vez que sus lágrimas caían por sus mejillas.
Estaban tan deseosas de ser ayudadas…con una urgencia de crecer!
La valentía que han demostrado es tan grande que jamás encontraré las palabras suficientes y exactas para describir la magia que cada día veía en los talleres, grupos de duelo y terapias individuales.
Si puedo decir que con el paso de los días veía sus transformaciones, a la vez que ellas mismas las expresaban porque han sabido en poco tiempo poner nombre a sus emociones, saber sacarlas, limpiar sus dolor, hacer duelos que llevaban arrastrando durante años, despedirse de sus seres queridos y dejarlos marchar, sacar la rabia, el miedo, la tristeza, la impotencia y el dolor de una forma tan natural que no dejaba de sorprenderme.
Sois tan valientes…que si vosotras habéis aprendido algo conmigo yo quiero gritarle al mundo lo mucho que vosotras también me habéis enseñado.
Me dijisteis que había un antes y un después de mi llegada…quiero deciros que todo lo que he vivido a vuestro lado ha sido tan especial, tan mágico, que a mi, me ha pasado lo mismo.


También quiero agradecer desde aquí el que me haya acompañado mi amiga Espe (la hermana pequeña que siempre me hubiera gustado tener).
Ha sido increíble como se ha adaptado a un viaje como  este, a todas las situaciones tan duras vividas. Siempre estaba ahí, ayudándome con las mujeres en los talleres, encargándose de la música para las meditaciones y relajaciones,  haciendo de reportera para que todo quedara grabado en imágenes y en video. Y sobre todo la labor tan grande que ha hecho con los niños, los de la guardería, y los mayorcitos. La seguían a todas partes como si fuera el Flautista de Hamelin. Gracias a ella los niños han aprendido nuevos juegos de todo tipo, los típicos que de pequeños jugábamos en nuestras calles pero que ellos desconocían, el pañuelo, el corro de la patata, el escondite, un, dos, tres, pica pared, pasos de baile y sobre todo reír, reír y reír. Ella además de ser Ludo-formadora, es clown y durante tiempo estuvo yendo de voluntaria al Hospital Valle de Hebrón de Barcelona para arrancar una sonrisa a los niños enfermos de cardiopatías que estaban ingresados.
Se ha notado que lo lleva en la sangre y que tiene un don especial para los pequeños. Su huella ha quedado en todos ellos.
A su lado es muy fácil volver a ser niña, así que gracias a eso hemos sabido desdramatizar situaciones y reírnos de ellas que en otros momentos seguro que nos hubieran hecho llorar.

Así que gracias, gracias y gracias!. A Amparo Peñaherrera, (coordinadora) Angélica ( psicóloga), Doña Carmen, Doña Esperanza, Alicia, Matilde, Vicenta, Seve, Argenys, Grima, Marta, Doña Miriam, Rubí, Delia, Miguel, Don Panchito, Rebe, Raquel (abogada) y Jorge (abogado). 
 A todos los niños que se han dejado hacer terapia en consulta y hablar sin tapujos de sus vivencias tan duras.
Y a todas las mujeres y adolescentes del albergue que se han dejado ayudar y querer demostrando que quieren y pueden seguir adelante por encima y a pesar de todo. 


Ha aquí una muestra de lo que se hace en la Federación de Mujeres de Sucumbios.













             
UNA FEDERACIÓN HECHA CON SENTIDO COMÚN, GENEROSIDAD, COHERENCIA Y AMOR PARA AA TODAS LAS MUJERES Y SUS FAMILIAS QUE LO NECESITEN.