HAY QUE VACIAR NUESTRA MOCHILA EMOCIONAL.
PORQUE SE PUEDE!!!!
Muchas veces, me habréis oído decir en alguna conferencia o
habréis leído en algunos de mis libros, que todos llevamos una mochila
invisible que vamos cargando de pedruscos emocionales a medida que crecemos y
viajamos por la vida. A veces son nuestras, otras son de otros, lo que está
claro es que la vamos llenando y puede llegar un momento en que nos bloquee
nuestro avance en la vida y no nos deje caminar.
El otro día puse esta frase en facebook :
“Debemos vaciar nuestra mochila emocional para poder caminar
por la vida sin tantas piedras en nuestra espalda.
Deshacerse de la carga, no significa desechar todos los
recuerdos y emociones, sino simplemente vaciarse de aquellos que ya no
necesitamos”.
Todos estaban de acuerdo y se estableció un coloquio hermoso
sobre eso. Pero casi todos llegaron a la misma conclusión. No sabían cómo se
hace!.
Así que me dispongo a hacer un poco lo que hago todos los
días en consulta o lo que enseño en mis talleres de crecimiento personal:
CÓMO SE VACÍA ESA MOCHILA.
Desde que nacemos todos llevamos esa mochila invisible que
vamos llenando a medida que crecemos. Allí vamos metiendo todo lo que nos
sucede emocionalmente, lo positivo y negativo, por lo tanto nuestro equipaje
puede ser más o menos pesado, depende de nuestras vivencias. También están
nuestros recuerdos más tempranos, datos e imágenes, incluso la forma en como
los vivimos, nuestras alegrías y risas, y nuestras lágrimas y fracasos.
También llevamos nuestras creencias, los lemas familiares,
los introyectos (qué son?, eso que los mayores graban en nuestra mente en la
infancia y que nosotros cogemos como si fuera nuestro, ejem. “los niños no
lloran”, “que torpe eres”, “tu hermana si que es lista”, “no vales nada” “es
mejor tener la boca cerrada” “las emociones no se muestran” etc, y que nos los
llegamos a creer). En fin, cómo y de que manera nos han educado.
Ahí está todo!.
Esta carga de memoria emocional nos acompaña a todas partes
y nos influye a la hora de tomar decisiones, nos afecta a la hora de decidir
que camino queremos tomar, los vínculos de nuestras relaciones, que nos produce
atracción o rechazo, nuestra forma de reaccionar en determinadas ocasiones…
Lo que pasa es que lo hacemos de forma inconsciente,
creyendo que lo hacemos porque “somos así”. Claro que eres así!, pero tu forma
de ser tiene que ver con esa mochila emocional.
Además, por si no tuviéramos suficiente con llevar con
nuestros pedruscos, muchas veces nos empeñamos, de forma consciente e
inconsciente en coger las piedras de otros.
Es decir, nos responsabilizamos de cosas que no son nuestras
y que no dependen de nosotros, algo de un amigo, de la pareja, padre, o de
algún hijo. Claro, tampoco nos han enseñado a decir NO o a decir “esto es tuyo,
no es mío, por lo tanto, es tu responsabilidad”. También hay personas que les
encantan organizar la vida de los demás y organizar su vida y la de los otros.
En resumen vamos llenando esa mochila con cosas del pasado y
del presente y que por desgracia nos van a afectar en el futuro si no nos damos
cuenta de cómo funcionamos por la vida.
Y vamos amontonando traumas, y dolores y heridas, culpas y
traiciones, rencores y humillaciones…y un buen día, de repente, algo o alguien
te hace de espejo y ocurre algo en tu interior o en tu cuerpo que dice BASTA!.
Y decides buscar dentro tuyo, de una forma o de otra y
enfrentarte a lo que llevas dentro de tu mochila…te la quitas de la espalda, la
pones delante de ti, la abres y con coraje empiezas a mirar lo que hay en su
interior.
El primer paso, y el más importante, es darte cuenta de lo
que hay, ponerle nombre a cada cosa, negativa y positiva.
Ser capaces de esto para decidir que te sirve y que no, que
te ayuda en tu camino y que lo entorpece o paraliza, o sea, que tienes que
desechar o que decides llevar contigo para continuar el viaje.
Habrá cosas de las que será fácil deshacerse, otras será más
difícil y otras se quedaran ahí para siempre.
Lo importante es que te des cuenta de que piedras no son
tuyas o de las que lo son y cuales te
están dejando la espalda destrozada por su peso. Una vez descartado lo que ya
no te sirve, lo que quedará en tu mochila después de mirarla por dentro y
vaciarla serán los tesoros de tu experiencia que te han ayudado a crecer.
Porque no puedes vaciarla del todo, debes dejar lo que has
aprendido de esas piedras, de esas tristezas y dolores, debes de dejar el
aprendizaje. No puedes deshacerte de todos tus recuerdos y emociones,
conocimientos y experiencias. A lo largo de la vida has aprendido mucho y ese
aprendizaje es una valiosa guía.
Por lo tanto, no se trata de dejarla vacía sin más, se trata
de sacar lo que ya no nos sirve, lo que nos pesa…
DE DEJAR ATRÁS LO QUE YA NO ES ÚTIL, DE HACER ESPACIO!!!.
Voy a poner un ejemplo muy conocido que aprendí en Gestalt
para que quede más claro:
Vamos a imaginar que en nuestro ordenador hemos ido
acumulando muchísima información desde que tenemos uso de razón.
Imaginemos que un día tenemos que guardar un trabajo que
hemos hecho durante semanas o meses, vamos a guardarlo y nos sale un cartelito
que nos avisa que no hay espacio suficiente. Tampoco vale salir corriendo para
comprar una memoria externa.
Si eso que queremos guardar es importante, no tendremos mas
remedio que buscar dentro del ordenador y ver qué archivos podemos eliminar.
Borraremos lo que ya no nos hace falta, incluso a lo mejor cartas de amor
antiguas que en su momento fueron importantes pero que hoy incluso nos hacen
daño…quitaremos lo sobrante y haciendo eso tendremos un espacio nuevo para
guardar nuestros nuevos trabajos del aquí-ahora.
Si, ya se…es más fácil lo del ordenador, porque son cosas
prácticas…Con las emociones es más difícil…pero por lo menos ten el valor de
ver que archivos emocionales tienes. Aunque solo sea para ser consciente. Luego
ya verás.
Y cuidado también con algo que solemos hacer muy a menudo
cuando revisamos nuestra mochila y ese exceso de equipaje…echar la culpa a los
demás de nuestra carga, responsabilizar al otro, y pensar que los demás o la
dura vida no te deja avanzar.
Nadie te ha forzado a llevar tu mochila tan llena no?.
Recuerda que el viaje hacia dentro es duro y tendrás miles de excusas y motivos
para escaquearte de ti mismo y esas resistencias y obstáculos a vaciarte,
también vienen de tu interior.
Hace unos días mi profesora de arte, que sabe mucho de
muchas cosas, me contaba que el planeta Plutón es el responsable de que esté
saliendo tanta mierda escondida y que esté limpiando el planeta, aunque
sinceramente, si es así, lo está haciendo a hostias…
Y que esto lleva ya tiempo y que durará años.
Ya dije en el capitulo “Hay que reinventar la pareja”, que
jamás en mis treinta años de ejercicio como psicóloga y terapeuta de pareja,
había visto tantas rupturas, tantos engaños, tantas infidelidades, tanta
máscara que de repente se cae y sale a la luz el verdadero ser que hay tras ella.
Parejas que a la vista parecían estables y se nos antojaban maravillosas de
repente te enteras que son las más desastrosas y que estaban basadas en dobles
vidas.
Yo no se si será Plutón el encargado de sacar tanta
porquería a la luz, pero bendito sea el descubrir a quien tienes al lado y
empezar un nuevo camino sin personas tóxicas y relaciones basadas en la mentira
y la deshonestidad.
Por lo tanto, en consulta y fuera de ella veo que muchas
mochilas se están llenando de unas piedras punzantes y dolorosas llamadas
rupturas, traiciones, rencor, impotencia, frustración, abandonos, etc.
Es importante poner atención en esas piedras y cerrar bien
esos capítulos de esa parte de la vida para no ir arrastrando ese dolor, esa
tristeza que te hunde y que puede interferir en una nueva relación. Cerrar bien las puertas antes de abrir otras.
Tengo alrededor a varias personas que están pasando por ese
proceso y esa piedra es tan pesada que parece que no puedan seguir caminando en
la vida…
No es así!. Se que duele y cómo hunde descubrir que la
persona en la que confiabas más, tu pareja y compañero/a de vida es un extraño
que es capaz de herirte como nadie. Jugar contigo como lo ha hecho.
Pero que sea así, no depende de ti. Si
depende el mirar esa nueva información, esa persona y ese nuevo dolor con los
ojos bien abiertos y aceptar la realidad.
Y como cuesta mucho aceptarlo de la noche a la mañana, en el
proceso podrías empezar a ser honesta contigo misma y darte cuenta que es real
y que es una fantasía creada por lo que te gustaría que fuera.
Una vez te hayas
dado cuenta de que eso tan maravilloso, no existe, haz una lista de todas las
cosas negativas, hirientes y humillantes que te proporcionaba esa situación y/o
persona.
Míralo con valentía, ya sin vendas, esa es la realidad. Acéptala,
transita la rabia, la tristeza, la impotencia y la frustración, agótalas sin
huir de ellas y deja que se cierre la herida.
Ya estás en el camino de quitarte de encima esa carga tan
pesada…una vez la hayas tirado lejos, un buen día te levantarás y te sentirás
ligera, muy ligera, no podrás
explicarlo, pero la sensación que tendrás es deliberación y como si te hubieras
quitado un gran peso de encima. Y es que las piedras emocionales pesan
muchísimo!. Y serás feliz!!!!
Así que adelante, fíjate cómo te sientes ahora que sabes lo
que llevabas encima sin darte cuenta, mira hacia delante y observa, visualiza
el camino libre que tienes delante, para elegir, decidir, emprender cosas, nuevos
caminos, nuevos horizontes. La vida te muestra infinidad de alternativas que
cuando llevamos la venda en los ojos no podemos ver, y menos cuando estamos
metidos en relaciones tóxicas.
Así que haz lo posible para vaciarte de todo lo negativo e
inútil.
Si queremos vivir sin repetir errores, si queremos aprender
de ellos, huir de los mismos pasos, el mismo camino, si queremos
enriquecernos y aprender cada día en nuestro viaje, sin sentirnos paralizados y
quejarnos porque siempre estamos igual. Si queremos que nuestro yo auténtico se muestre con
plenitud…haz la limpieza periódica de tu mochila…si te acostumbras te darás
cuenta que no es tan difícil.
Y hazlo aunque tan solo sea para hacer espacio y que puedas
seguir llenándola con piedras preciosas…(que también las hay!)
Gracias por este articulo, que a veces no nos damos cuenta de la inmensa carga que llevamos en nuestras espaldas, a veces somos conscientes pero no queremos aceptar la realidad, es bueno aunque sea por un momento echar la vista atras y ver la inmensa carga que arrastramos, y como tu bien explicas lo mas importante es deshacerse de ella, por mucho que nos cueste por mucho que lloremos o suframos en ese proyecto, pero devemos vaciar esos grandes pesos emocionales de las rupturas de los desengaños de las infidelidades y de toda esa carga emocional que nos hace ir mas despacio en la vdia, y que a la vez como tu bien explicas no nos deja llenar la mochila de piedras preciosas ya que solo llevamos rocas sin valor pesadas y que ocupan espacio innecesario...
ResponderEliminarGracias Araceli por este magnifico articulo seguro que nos ara bien a todos, bien sean cargas de pareja o de ralaciones familiares o de amigos y fracasos y malinsabores que llevamos que no necesitamos en nuestro nuevo camino...
Jordi
Gracias Jordi por tu aportación...aqui estamos para crecer todos juntos y creo que es muy valioso que vosotros, los que estáis al otro lado y leéis lo que escribo os expreséis.
ResponderEliminarComo tú bien dices, ya va siendo hora de ponernos en marcha para avanzar hacia adelante sin tanto lastre!!!.
Mil gracias de nuevo...
espero que tú tambien la vayas vaciando para sentirte más libre y coherente con tu esencia.
Un beso
ARA
COMENTARIO DE NUESTRA AMIGA SILVIA QUE NO TIENE MANERA DE QUE SE QUEDEN GRABADOS.
ResponderEliminarBueno, Araceli, te corto y pego el comentario que te he escrito en el post y que, como es ya habitual, se lo ha llevado la tramuntana.
Dice así:
"Tienes tanta razón, Araceli... Es cierto que durante nuestra vida vamos cargando esa mochila con unos pedruscos enormes y pesados, y ese peso nos provoca un dolor que, con el paso de los años, también es cada vez mayor...Y, lo que es peor, es que, en lugar de vaciar la mochila e intentar disminuir ese peso que es la causa del dolor, tendemos a relativizarlo, a asumirlo.
Y hay mucha gente que, asumiéndolo paciente y resignada, es capaz de seguir sonriendo, verdad?
Tenemos que ser fuertes y mirar dentro para conseguir hacer esa limpieza que propones.
Eres un sol. Un abrazo muy fuerte".
Sílvia Silvieta.
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