jueves, 6 de junio de 2013

62) MOMENTOS


"VIVE TUS MOMENTOS COMO SI FUEREN ÚNICOS, PORQUE LO SON...
VIVE TUS MOMENTOS COMO SI FUERAN LOS ÚLTIMOS, PORQUE LO SON...
VIVE TUS MOMENTOS COMO SI EN ELLO TE FUERA LA VIDA, PORQUE SON TU VIDA..."




Hoy me he propuesto ser un testigo de mi vida, vivir el momento como si solo existiera eso, una espectadora del mundo que me rodea, esté donde esté y haga lo que haga...
Son los momentos del ahora, lo presente, la atención fijada solo en lo obvio, en lo que hay, sin pasado ni futuro.
Y  abro los ojos, en este vagón cualquiera...últimamente la vida me está llevando a subirme a muchos vagones.
Y me centro en las caras, las miradas que me rodean.
Cuatro amigos jubilados que se van de excursión, felices, parlanchines, es como si hiciera una regresión en el pasado y los viera en el autocar cuando eran niños camino de una aventura, impacientes.
Con las mismas gorras para el sol, sus cámaras de fotos colgadas al cuello, su bolsita de comida, su ilusión, me indican que lo único que los diferencia de esos niños que fueron son los años, las arrugas, las canas y la sabiduría.
Hablan sin parar y me entero de sus vidas, de esos Momentos que como eslabones de una cadena les ha traído hasta este presente. A este Momento.
Cierro los ojos...para irme a otro Momento.
Giro la cabeza a la izquierda y allí está mirándome fijamente. Un chico de color, está de pie al lado de la puerta del vagón agarrando a una bicicleta, sus ojos negrísimos me siguen mirando, me escudriñan, De repente me sonríe, una dentadura blanquisima me saluda, y yo se la devuelvo.
Vuelve a esconderla y mira al frente  por la ventana, mientras el tren se desliza velozmente y él se pasea, sin ver, por los paisajes que corren en el exterior. Pero no está aquí, su cuerpo negro, su camiseta y pantalón negros, su bicicleta negra, su mochila, si que están, pero su mente, su corazón, están en otro lugar, lejos, no aquí, no en este Momento. Y me imagino mil motivos que marquen ese rictus de tristeza y lejanía en su cara.
Una fuerza irrefrenable me empuja para ir hacia él y preguntarle su nombre, saber sobre sus raíces, de dónde viene, como llegó y como fueron sus Momentos.
Pero una mano invisible me retiene, hoy solo soy una observadora de Momentos.
Cierro los ojos de nuevo para irme a otro Momento. Vuelvo a abrirlos y me llevan a una mujer indígena de unos 30 años, Perú?. Ecuador?. Su cara redonda y su piel mestiza mira por la ventana, mientras se come a mordiscos una gran naranja que aromatiza todo el vagón. Va mal vestida, despeinada e imagino que sus Momentos no han sido muy agradables. Aunque también mi mente imagina Momentos en su vida de risas, con su familia y en su país, en sus montes y ríos...Se limpia el jugo de la naranja que le cae por la barbilla con la mano y luego esa mano se la limpia en el asiento...
Y de repente, llega otro Momento. El chico de la bicicleta ha decidido poner música de su etnia a todo meter para alegrar ese corazón y esa cara tan tristes. Tatararea, es su Momento.
Pero eso altera a los cuatro jubilados que empiezan a decir en voz alta (para que se entere el muchacho) que eso no se hace, que esa música es insoportable, que es una vergüenza...
Los ojos intensos y oscuros del ciclista los mira, y luego se clavan en los míos, los míos en los de él, y me explica sin palabras todo su sentir, porque me llega.
Entonces, es él, el que da un paso y me pregunta como me llamo.
- Ari
- Apago la música?.
Ahora ya es mi Momento, hasta un desconocido me pregunta que tiene que hacer, pero no se lo voy a poner tan fácil.
- Tú mismo, eso es cosa tuya.
Me sonríe con esa sonrisa blanca deslumbrante y la apaga. Me sigue mirando.
- A ti no te molestaba?
- No
- Por qué?
- Porque era tu Momento y he aprendido a no interferir en los Momentos de otros.
Los jubilados también me sonríen y cuando el chico vuelve a su ventana, el que se había quejado más me dice "gracias".
Hoy he decidido ser tan solo una observadora de la vida, de cada Momento que tenga ante mi. Y aún a pesar de no hacer nada, tan solo VER, he recibido, sin proponérmelo, miradas, sonrisas, palabras y agradecimiento.
Por eso es el Momento de mirarme por dentro, de Ver en mi, cual es el Momento del Ahora.
Miro por la venta, el verde de los campos, los árboles, el azul del cielo y el sol que lo alumbra todo me ayudan a centrarme, a escucharme...Me siento tan viva, como si tuviera la capacidad de absorber todo cuanto me rodea, como una esponja, sin interferir en mis emociones, pero si potenciarlas, asentarlas.
El chico de color va a bajarse del tren. Me mira y me pregunta.
-Qué escribes?
- Momentos.
No creo que lo haya entendido.
- Tienes unos ojos muy bonitos.
- Gracias.
Y ese Momento con él desaparece. Vuelvo al mío.
Sonrío porque también es importante tenerme a mi sola para compartir mis Momentos, quién los iba a sentir como yo los siento?. 
En la próxima parada he de bajarme, así que voy a dejar de escribir.
Me preparo para vivir en unos instantes Momentos únicos de un mundo sutil donde pocas personas entran. Un mundo donde estoy aprendiendo a ir más allá de los sentidos habituales, a VER donde pocos pueden ver. Y en esto también soy privilegiada. Son Momentos diferentes y únicos, que se escapan de lo racional, de ese cortex cerebral que siempre busca explicaciones. Porque en ellos,solo existirá el corazón.
Y esos Momentos también están en mi vida, también existen.
Los acojo aunque  a veces el miedo a lo que pueda descubrir en ellos me visita.Pero soy una chica valiente que ha vivido intensamente cada eslabón de esa cadena llamada Vida. No se vivírla de otra manera. Así que me preparo a bajar, recojo el boli, cierro la libreta, cierro esos Momentos vividos en ese vagón de tren para retenerlos solo en mi memoria, quizás también en mi retina y me dispongo a meterme de lleno en ese mundo sensitivo que no parece real, pero que también es tan real como la vida misma.
Llueve y no llevo paraguas, pero tampoco me importa, hace tiempo que la lluvia me traspasa, que la recibo como una señal tan clara como las que dentro de un rato recibiré sin pestañear.
Las señales están ahí para descifrarlas y llenan los Momentos sin que apenas les hagamos caso.
Yo hoy, voy a seguir siendo valiente y voy a recibir lo que tenga que ser como un gran regalo, como el gran Momento de hoy. Y solo por eso...me siento más viva que nunca..."




No hay comentarios:

Publicar un comentario