lunes, 10 de octubre de 2011

11) S:O:S. RELATO DE UNA MUJER MALTRATADA



He querido empezar los capítulos de "RELATOS" con el caso de una mujer maltratada. Tiene nombre y apellidos, es madre de un hijo, la mayoría de las veces tiene moratones en los brazos y en el corazón,  tiene el alma destrozada por los gritos y el horror que duerme con ella.
Vino a mi consulta hace ya un tiempo agarrotada por el dolor y el miedo. Solo he hecho que recoger su historia con su permiso y narrarla como si fuera ella...


Te lo dedico a ti, que sabes quien eres, pero que a la vez puedes ser cualquiera. De ti depende poner límites, decir NO, decir Basta!. No estás sola, jamás lo estarás...de ti depende que esto jamás vuelva a ocurrir!!

NO AL MALTRATO!!!!!!

                                        

                                           S.O.S


Por favor, que alguien me ayude, mi desespero es tal que me tiraría en este instante por la ventana del lavabo. Gracias a dios que puse doble cerrojo y no podrá tirar la puerta.
No soporto sus gritos, me están taladrando el cerebro. Cuánto tiempo podré seguir aquí encerrada?. No puedo detener la hemorragia de la nariz y oigo al niño llorar en su habitación, lo ha encerrado, es un animal, un ser inhumano.
Pero ya no puedo más, no tengo fuerzas para nada, ni lágrimas tan siquiera. Como pude estar tan ciega?.
Al principio, de novios, hace siete años, era todo un caballero, pensé que la vida me había ofrecido  un gran regalo, sus atenciones eran delicadas, me amaba, lo sé, y yo me enamoré perdidamente. 
Tendré yo la culpa?. Quizá no le di lo que necesitaba, aunque lo intenté, una vez casados dejé el trabajo para tenerlo todo en condiciones cuando él llegara, que no tuviera ni una queja de mi, estaba contento, yo también. Pero poco a poco fue limitando mi espacio, atrapándome, ni un café con una amiga, ni una salida a la peluquería, del súper  a casa. Decía amarme tanto que no soportaba que nadie me mirara.
Sus celos se convirtieron en ira, la ira en insultos y éstos en agresiones. Qué hice mal, dios, que hice mal?. Ya no le contentaba nada. El miedo iba avanzando y poco a poco se apoderó de mi. Ya soy puro miedo, no soy nada más. Vivo presa de él las veinticuatro horas, despierta y durmiendo, porque se que él está a mi lado. Y cuando me obliga a tener relaciones sexuales encima me pega porque no me excito, no puedo explicarle siquiera que no lo hago porque ya no le deseo, porque el terror me paraliza y no puedo sentir, que me vuelvo un bloque de hielo, rígido donde él penetra. 
Y se enfada, me humilla diciéndome que ni siquiera sirvo para puta. En esos momentos dejo de existir, no solo mi cuerpo se bloquea sino que mi mente se queda en blanco, deja de pensar, mi corazón de latir.
Y cuando me quedo sola en casa el pánico vive conmigo porque nunca se cuando va a meter la llave en la cerradura. Y eso me aterra porque sé que en cuestión de segundos mi casa se convertirá en un infierno.
Solo verme se altera, me pisotea como si fuese una cucaracha y cuando ya estoy machacada, sangrando por fuera y por dentro, muerta, me lava las heridas y me jura entre lágrimas que jamás volverá a hacerlo porque me ama con locura. Y siempre le creo, y le doy una nueva oportunidad.
Si por lo menos hubiera sido valiente para contarlo, pero si lo hago es el final, me mata. Pero que me puede importar si ya me siento muerta?.
La de veces que he tenido que disimular los hematomas, caminar recta con una sonrisa mientras el dolor de una costilla rota me taladraba el alma. Siempre con mentiras a las personas que mas me aman: me caí en la bañera, tropecé con el cochecito del niño...
Siento que estoy inmersa en un abismo negro donde me ahogo porque jamás saldré a la superficie.
Oh, dios, tirará la puerta abajo!. Está fuera de si, mi hijo llora, grita que deje de golpear la puerta como un loco. Que vida la de mi niño!.
Tengo que hacer algo, pero... llevo tantos años pensando lo mismo sin encontrar la salida. Se me encoge el corazón cuando oigo en las noticias las mujeres asesinadas por sus maridos, siempre pienso que en cualquier momento seré yo la que salga en la pantalla, será mi portería y mi cuerpo tapado en la camilla lo que abrirá la emisión.
Y sigo sin hacer nada..., dónde ha quedado aquella chica normal, atrevida y capaz de elegir?. 
Siento que él tiene razón, que no valgo para nada, ni para ama de casa, ni para mujer, ni para madre, ni para puta, para nada, no valgo para nada. Ni siquiera para levantar un día el auricular del teléfono y llamar a la policía. Pero ya se sabe que tampoco eso sirve de nada. Él me perseguirá allá donde vaya, me hará la vida imposible, torturándome con sus amenazas. Dicen que si no puedes con tu enemigo, únete a él.
Pero hoy es el final, lo presiento, algo me dice que cuando termine de aporrear la puerta y tirarla, su violencia se desbordará hasta tal punto de perder la razón por completo. Y ese será mi final. Nunca había huido de él, nunca me había encerrado en ningún sitio, dejaba que me vapuleara como si fuera una marioneta, sin levantar la voz ni quejarme de dolor porque eso le encolerizaba más. Lo está diciendo "cuando te coja te mato, hoy no te salvas".
Tengo miedo, mucho miedo, no quiero morir, por favor, que alguien me ayude, voy a abrir la ventana, quizá si grito alguien me oiga y venga en mi auxilio.
Debo ser valiente, he de hacerlo por mi, por mi hijo, por todas las mujeres que en este mismo instante están en la misma situación. 
Voy a coger papel de water, tengo por aquí un lápiz negro de los ojos, dónde estás maldito lápiz?:

    "Socorro...., socorro, necesito ayuda, por favor, llame a la policía, estoy encerrada en el lavabo del quinto piso de este edificio. Mi marido quiere matarme...Socorro..."

Donde está ahora la pinza del pelo?. Aquí, lo engancho y.....dame fuerzas dios mío, lo tiro.
Solo me queda esperar.

1 comentario:

  1. Se me ha puesto el pelo de punta y voy a tardar mucho en recomponerme. El maltrato a una persona, concretamente a una mujer es lo que más denigra al hombre. Somos seres excepcionales, todos y así es como deberíamos ser tratados.

    Tu paciente está en buenas manos, lo sé, sólo le falta un empujón para recoger sus cosas, las de su hijo y no volver nunca más la vista atrás. Entonces, podrá reuperar a esa chica normal, capaz de todo, atrevida con la vida; una superviviente.

    Estas situaciones no se deberían mantener en secreto, hay que contarlo, tiene que saberse, hay que terminar con el maltrato desde la raíz.

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